
Húmedos mis ojos cuando te veía, saber que me tenias y yo sin poder decir lo mismo, aun así feliz por ese momento; para mi tan efímero como tus besos.
De mi emerge ese sabor tan agrio y ese dolor tan aspero; desprendiéndose paulatinamente mi corazón.
El fantasma me acosaba y se burlaba de mi, me decía al oído que me fuera de allí......
Claro. Ligera. De paso. Así seré siempre para ti; y yo aquí, enamorada siempre de ti.