jueves, enero 29, 2009

AYER


Y llegaste. Te sentaste a mi lado susurándome al oído lo que deseabas hacer. Te mire con atención y ellas llegaron a mi; aleteando como siempre, instalándoce en mi vientre y siento el frío en mis pies.
Te lo hice saber. Reías con picardía.
Y, solo me entregue.

1 comentario:

Anónimo dijo...

SIN PALABRAS!